martes, 29 de abril de 2008

Primera prueba Solemne:


FOTOGRAFÍAS ABREN DUDAS

ENCASO DE SECUESTRO


Las imágenes muestran a Josef Fritzl en Tailandia, lugar que también es conocido por la gran presencia del "turismo sexual". Los expertos intentan averiguar quién se hizo cargo de los secuestrados en ese periodo y qué rol tuvo la esposa del hombre en el incidente.


El descubrimiento de fotografías de Josef Fritzl (73) en Tailandia, el hombre que mantuvo encerrada en un sótano a su hija Elisabeth por casi 25 años - la cuál era constantemente violada y tuvo seis hijos productos de esto- sembraron nuevas dudas sobre el caso en Austria. El dilema se instala debido a que no se sabe quién cuidó a las víctimas en 1988, año en que el secuestrador se fue de vacaciones a la isla, y qué participación tuvo la esposa de éste, Rosmarie.

Según la pareja del secuestrador, "no sabía sobre el inmenso martirio que vivió Elisabeth y sus respectivos hijos. Además, la mujer austriaca agregó que "en caso de haberme enterado, no habría podido hacer nada".

Dichas declaraciones fueron analizadas, rápidamente, por los expertos de ese país. El psiquiatra austriaco Ernst Berger las calificó como una "actitud típica de alguien que se escuda tras una vida de autoritarismo y represión". Además, el médico dijo que "esto demuestra el miedo de Rosmarie hacia su marido y el impedimento de ésta para tomar decisiones en dicha casa".

Lo que sí revelaron las fotografías fue el estado psicológico de Fritzl, el cuál escogió Tailandia como destino para vacacionar, una isla que es conocida por la gran oferta de "turismo sexual". Según Berger, "la condición mental del secuestrador es de un enfermo grabe, por ende, hay que preocuparse de excluirlo de las vidas de su progenitora y los hijos de ésta".

Franz Polzer, responsable de la Oficina Regional contra el delito de Baja Austria, explicó que "es posible dar una nueva identidad a los hijos de Elisabeth. La intención del profesional es impedirle al secuestrado que vuelva a acercarse a sus seis progenitores y estos puedan iniciar una vida más sana.





Según confesó Elisabeth Fritzl, fueron siete veces en las que ella quedó embarazada de su padre, pero uno du sus hijos murió al momento de nacer.

El caso es muy similar al que vivió Natasha Kampusch (18) , donde la joven permaneció desde los 10 años encerrada en el sótano de la casa de un electricista. La austriaca, al cumplir la mayoría de edad, escapó del escondite y sus padres la reconocieron por una cicatriz de nacimiento en su cara.

Kampusch, en una entrevista que dio a La Tercera, ofreció ayuda a los nuevos secuestrados para enfrentar éste difícil situación. Pese a que estuvo por más de ocho años en el sótano, la muchacha dijo no odiar al hombre que la privó de libertad.


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